Lecturas: Génesis 18,1-10a Salmo 14,2-3ab.3cd-4ab.5 Carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses (1,24-28) Evangelio según san Lucas (10, 38-42) Comentado por una hermana Vermeer "Cristo en casa de Marta y María" Sólo una cosa es necesariaEn este Domingo XVI del tiempo Ordinario, el evangelio de Lucas nos presenta a Jesús, en su camino a Jerusalén, que hace una pausa en casa de Marta y María. Llama la atención que se nos describa esta escena en la que el Señor entra en casa de unas mujeres, lo que no podía ser bien visto en aquella sociedad judía. Pero el evangelista Lucas es el evangelista de la mujer y pone de manifiesto aquellos aspectos que deben ser tenidos en cuenta en la comunidad cristiana. Este primer paso, que no es otro que recibir a Jesús en su casa, nos enseña la importancia de la acogida; saber recibir al otro, ser hospitalarios… Un segundo aspecto a destacar es el ejemplo de la amistad: «el amigo fiel es seguro refugio; el que lo encuentra, ha encontrado un tesoro» (Si 6, 14 ss.), en el que almas gemelas comparten bienes espirituales (María), y por añadidura, materiales (Marta). Esto supera el mandato del amor al prójimo, porque dicha relación está basada en la confianza. Que se nota por parte de Jesús, en ir Él solo a casa de Marta, María y Lázaro (que tiene el título de «nuestro amigo Lázaro»), o como vemos en la actitud de María, sentada a los pies del Maestro, y en la “queja” de Marta. Para el cristiano, los ejemplos de confianza de los tres personajes evangélicos (María-Marta-Lázaro) con el que llega dándole posada, es hacer realidad las obras de misericordia; tanto corporales como espirituales (cfr. Mt 25,35 y ss.). En este tiempo de vacaciones, dar un vaso de agua fresca al sediento, al inmigrante o refugiado, que pase por delante de nuestra tienda (1ª lectura), será signo de madurez cristiana en la vida en Cristo y manifestación de que en Él reside nuestra esperanza (como indicaba la 2ª lectura). Continuamos con el pasaje evangelico y vemos que Marta, desbordada por el trabajo se queja a Jesús porque su hermana no le echa una mano en el servicio, no le ayudaba nada: “Acercándose, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para servir? Dile que me eche una mano». Respondiendo, le dijo el Señor: «Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; solo una es necesaria. María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será quitada»”.(Lc 10, 40-42). De estos versículos sacaríamos dos lecciones importantes: 1.- La importancia de la corrección fraterna. Marta aparece en varios pasajes del evangelio, como el que estamos meditando, como la mujer que es corregida y que acepta las correcciones. Ella es educada, corregida con amor por Cristo. La aceptación de las correcciones forma parte del camino de santificación de nuestra vida espiritual. Aprendamos como Marta a dejarnos mirar por Dios, a dejarnos transformar por Él, a ser dóciles a su Amor. 2.- La importancia de la Escucha de la Palabra de Dios. Lo que el evangelista quiere destacar, es la actitud de escuchar a Jesús, al Maestro, quien tiene lo más importante que comunicar. María estaba eligiendo lo mejor en ese momento que él las visita. Este episodio, todavía hoy, nos sugiere la importancia de la escucha de la Palabra de Dios, del evangelio, como la posibilidad alternativa a tantas cosas como se dicen, se proponen y se hacen en este mundo. Jesús es la palabra profética, crítica, radical, que llega a lo más hondo del corazón, para iluminar y liberar. María se siente auténtica discípula de Jesús y se pone a escuchar como la única cosa importante en ese momento. Y de eso se trata, de ese ahora en que Dios, el Señor, pasa a nuestra lado, por nuestra vida y tenemos que acostumbrarnos a elegir lo más importante: escucharle, acogerle en lo que tiene que decir, dejando otras cosas para otros momentos. Lucas, sin duda, privilegia a María como oyente de la palabra y eso, en este momento de subida a Jerusalén, es casi decisivo para el evangelista. Es necesaria, por tanto, la oración. «El nuestro es un tiempo de continuo movimiento, que a menudo desemboca en el activismo, con el riesgo fácil del “hacer por hacer”. Tenemos que resistir a esta tentación, buscando “ser” antes que “hacer”. Recordemos a este respecto el reproche de Jesús a Marta: ‘Tú te afanas y te preocupas por muchas cosas y sin embargo sólo una es necesaria’ (Lc 10,41-42)» (San Juan Pablo II). Para concluir diremos que el cristiano ha de tener actitudes similares a las dos hermanas del evangelio. De generosidad dentro del contexto del amor a Dios, de servicio y de escucha. De servicio para hacer de la acogida signo de hospitalidad, y de escucha, signo de resolución de los problemas de aquellos que se acerquen. El que escucha a Jesús se reconoce acompañado, miembro gozoso de una comunidad de hermanos y hermanas. Le pedimos al Señor que nos abra los ojos, para saber descubrirlo a diario y lo sepamos sentir cerca, a nuestro lado. Pedimos al Señor que vivamos cada eucaristía, con apertura a la palabra de Dios con la misma actitud de María, y con la misma diligencia que Marta, Abrahán y Sara. «La vida de Marta, es nuestro mundo; la vida de María es el mundo que esperamos. Vivamos la de aquí con rectitud para obtener plenamente la otra» (San Agustín). Los comentarios están cerrados.
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TodosMateo1, 18-24 1, 29-39 3, 1-12 3, 13-17 4, 1-11 4, 12-23 5, 1-12a 5, 13-16 5, 38-48 9, 36—10, 8 10, 26-33 11, 2-11 11, 25-30 13, 1-23 13, 24-43 13, 44-52 14, 22-33 15, 21-28 17, 1-9 17, 1-9 18, 15-20 18, 21-35 21, 33-43 22, 1-14 22, 15-21 24, 37-44 25, 1-13 Mt 25, 14-15. 19-21 25, 31-46 27, 11-54 28, 16-20 Marcos
Lucas1,1-4; 4,14-21
1, 26-38 1, 39-56 2, 13-21 2, 16-21 3, 1-6 3, 15-16. 21-22 4, 1-13 4, 21-30 5, 1-11 6, 17. 20-26 6, 27-38 6, 39-45 9, 11b-17 10, 38-42 10, 25-37 11, 1-13 12, 13-21 12, 32-48 12, 49-53 13, 22-30 14, 25-33 15, 1-10 16, 10-13 16-19-31 17, 5-10 17, 11-19 18, 1-8 18, 9-14 19, 1-10 20, 27-38 21, 25-28.34-36 24, 35-48 24, 46-53 Juan
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