San Martín parte su capa con un pobre En este domingo VII del tiempo ordinario, ya a las puertas de iniciar el camino cuaresmal, el pórtico del Antiguo Testamento nos presenta el mal en forma de odio y venganza, como semilla escondida en el interior del ser humano, y el modo de combatirlo por medio del amor y la santidad. Este mal es una amenaza que enturbia la bondad del corazón humano, hecho a imagen de Dios; dotado con la soberanía de decidir ser esclavo o ser hijo, de abrir la puerta del consentimiento, que da paso al odio y a la venganza, o de poner un límite al mal, impidiendo que anide dentro. Jesús se dirige a sus discípulos, a los cristianos de todos los tiempos y en cualquier lugar del mundo, que escuchan su Palabra y deciden vivirla. El evangelio proclamado hoy es una profecía de odio y persecución para aquel que se decide a escuchar, que solo es posible afrontar con la identidad recibida en el bautismo: la filiación divina. Ser hijo en el Hijo, en Jesús, tener a Dios por Padre y saberse hermano de todo ser humano. La novedad del mensaje de Jesús en este pasaje responde directamente a la ley del Talión que, originariamente pretendía parar esta espiral del mal, poniendo un límite al deseo de venganza. Esta ley fue promulgada por los antiguos para que nadie devolviera a nadie un mal mayor del que había sufrido. Parecía inevitable responder a una ofensa con otra ofensa, y la justicia intervenía para permitir responder solo en la misma medida, sin exceder el daño infligido, sin entender que, de este modo, algo se iba sembrando en el corazón humano, como una cadena interminable de eslabones de odio y venganza. La ley nueva del amor de la que Jesús nos habla y predica con su vida invita, paradójicamente, a una respuesta muy distinta a esta. En el sermón de la montaña, Jesús parece escalar un nivel de mayor exigencia hacia sus oyentes a medida que les habla. ¿Quién puede llegar a la cima de amar a los enemigos y rezar por quienes nos persiguen? Jesús parece invitar a sus seguidores en sentido contrario a lo que apunta la lógica humana, la justicia de los antiguos. Él no pone límite al mal que le llega: “si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra”. Jesús se presenta de este modo a sus enemigos, a sus verdugos, a sus acusadores… sin responder con la misma medida, sin perder su libertad, sin robar la libertad de elegir el bien o el mal. Se hace vulnerable, pero sin dejarse encadenar en esa espiral que no tiene fin. El amor al que Jesús nos llama es el de la soberanía de ser hijo y saberse amado. De esta manera, el mal que se sufra no afectará a la entraña de este sello que todos llevamos impreso en el interior. Será el arma que nos capacite para responder como Él. Amar a los enemigos y rezar por ellos significa no dejarse derrotar por este mal que nos acecha y responder con la bondad de Dios, que siempre está a nuestro alcance, porque somos templos donde Él quiere habitar. No es una utopía ni un imposible. Para la voluntad y las fuerzas humanas, sí, pero no para Dios, para el poder que reside en todo cristiano, en todo hijo de Dios. Los santos han vivido así y es la llamada que se nos hace hoy. El “yo, en cambio, os digo” de Jesús podemos verlo encarnado en la vida de Josefina Bakhita, cuya memoria acabamos de celebrar. En ella, el odio no tuvo su efecto porque la gracia de Dios paró la espiral de este mal, transformándolo en bien. Este es el reto de la Palabra de hoy, para responder al mal que nos viene, que quiere arraigar en el interior, que viene de fuera o que está patente en nuestro mundo, y al que podemos vencer de una sola manera: siendo hijos amados y, desde la creatividad del amor, buscar mil caminos de dar paso al bien y a la bondad, que es la raíz de la existencia, el ser hijos de un mismo Padre. Lecturas:
Lv 19, 1-2. 17-18 Sal 102,1-2.3-4.8.10.12-13 1 Co 3, ,16-23- Mt 5, 38-48 Los comentarios están cerrados.
|
TodosMateo1, 18-24 1, 29-39 3, 1-12 3, 13-17 4, 1-11 4, 12-23 5, 1-12a 5, 13-16 5, 38-48 9, 36—10, 8 10, 26-33 11, 2-11 11, 25-30 13, 1-23 13, 24-43 13, 44-52 14, 22-33 15, 21-28 17, 1-9 17, 1-9 18, 15-20 18, 21-35 21, 33-43 22, 1-14 22, 15-21 24, 37-44 25, 1-13 Mt 25, 14-15. 19-21 25, 31-46 27, 11-54 28, 16-20 Marcos
Lucas1,1-4; 4,14-21
1, 26-38 1, 39-56 2, 13-21 2, 16-21 3, 1-6 3, 15-16. 21-22 4, 1-13 4, 21-30 5, 1-11 6, 17. 20-26 6, 27-38 6, 39-45 9, 11b-17 10, 38-42 10, 25-37 11, 1-13 12, 13-21 12, 32-48 12, 49-53 13, 22-30 14, 25-33 15, 1-10 16, 10-13 16-19-31 17, 5-10 17, 11-19 18, 1-8 18, 9-14 19, 1-10 20, 27-38 21, 25-28.34-36 24, 35-48 24, 46-53 Juan
Archivos
Marzo 2024
|