Este domingo finaliza el tiempo de Navidad, que tiene su culmen en la fiesta del Bautismo del Señor. Ayer celebramos la manifestación del misterio de Dios hecho hombre, revelado a todos los pueblos, la Epifanía del Señor, con el reconocimiento universal de su mesianismo, presentación de dones, y humilde adoración del Hijo de Dios recién nacido, a través de la figura de los Magos de Oriente. De la celebración de ayer a la de hoy, la liturgia da un salto en el tiempo, que abarca toda la vida oculta de Jesús en Nazaret, cómo crecía en sabiduría y en gracia y se preparaba para este momento. En la brevedad del pasaje del evangelio de Marcos de este domingo se diferencian dos partes. En la primera, se describe la misión de Juan el Bautista, expresada en primera persona. Aunque precursor del Mesías, él reconoce cuál es su lugar, cuál es su misión, cuál es su identidad, anunciando su llegada, preparando el camino, dándole paso y señalándole cuando está cerca: “Uno más poderoso que yo viene detrás de mí… yo no soy digno de desatarle la correa de la sandalia… yo bautizo con agua, él bautizará con el Espíritu Santo”. San Gregorio Nacianceno recoge bellamente esta preciosa relación entre Juan y Jesús, en un texto que nos ofrece la liturgia de las horas de esta fiesta, describiendo cómo Juan se siente indigno de bautizar a su Señor: “soy yo el que necesita que tú me bautices, le dice la lámpara al Sol, la voz a la Palabra, el amigo al Esposo, el mayor entre los nacidos de mujer al Primogénito de toda la creación, el que había saltado de júbilo en el seno materno al que había sido ya adorado cuando estaba en él, el que era y habría de ser precursor al que se había manifestado y se manifestará” Después de esta introducción con la persona de Juan y su testimonio, Marcos narra el extraordinario acontecimiento de Jesús, sumergiéndose en las aguas del Jordán para ser bautizado por Juan. En la misma fila de los pecadores, que se acercan para ser bautizados por Juan, se incorpora Jesús. Con este acto, incomprensible y desconcertante para muchos, Jesús, al entrar en las aguas del Jordán y dejarse bautizar por Juan, asume esta condición pecadora. Da el primer paso de un camino que le llevará a cargar con la cruz de los pecados de toda la humanidad y consumar la redención con su pasión y muerte. Jesús baja al barro de nuestra miseria hasta sumergirse en ella para poder elevarlo a la dignidad de criatura, hecha a imagen de Dios, como el barro en manos del alfarero. Él “levanta del polvo al desvalido y alza de la basura al pobre”, para poder atraer a todos hacia él, cuando sea elevado en la cruz y llevado a la gloria de la resurrección por el Padre. Son significativos los signos descritos en este pasaje, el cielo abierto, el Espíritu descendiendo sobre Jesús en forma de paloma y posándose sobre él, y la voz del Padre. Todo ello es una clara manifestación del misterio trinitario, que da comienzo a la vida pública de Jesús. La ratificación de la misión de Jesús se inicia en este abrazo de nuestra humanidad pecadora para elevarla y purificarla, mediante la unción del Espíritu Santo y la complacencia del Padre, que no es ajeno al mundo y a la humanidad que él ha creado. Hoy, por tanto, se nos invita a contemplar este misterio de amor trinitario, la Epifanía de la Trinidad, y a participar de la gracia que revierte hacia nosotros, hacia todos, sin exclusión, sin distinción, sin acepción: escuchar la voz del Padre, que nos regala en el Hijo la filiación divina para vivir en su voluntad, que nos llama a amarnos unos a otros como él nos ama, y nos da el Espíritu Santo para caminar en su luz. Que hoy, al escuchar esta Palabra, podamos experimentar ser hijos e hijas amadas de Dios, y encontrar el beneplácito del Padre que se goza cuando somos dóciles al Espíritu y nuestra vida es reflejo de la vida de Jesús. Lecturas:
Is 60, 1-6 Ef 3, 2-3a. 5-6 Mt 2, 1-12 Los comentarios están cerrados.
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TodosMateo1, 18-24 1, 29-39 3, 1-12 3, 13-17 4, 1-11 4, 12-23 5, 1-12a 5, 13-16 5, 38-48 9, 36—10, 8 10, 26-33 11, 2-11 11, 25-30 13, 1-23 13, 24-43 13, 44-52 14, 22-33 15, 21-28 17, 1-9 17, 1-9 18, 15-20 18, 21-35 21, 33-43 22, 1-14 22, 15-21 24, 37-44 25, 1-13 Mt 25, 14-15. 19-21 25, 31-46 27, 11-54 28, 16-20 Marcos
Lucas1,1-4; 4,14-21
1, 26-38 1, 39-56 2, 13-21 2, 16-21 3, 1-6 3, 15-16. 21-22 4, 1-13 4, 21-30 5, 1-11 6, 17. 20-26 6, 27-38 6, 39-45 9, 11b-17 10, 38-42 10, 25-37 11, 1-13 12, 13-21 12, 32-48 12, 49-53 13, 22-30 14, 25-33 15, 1-10 16, 10-13 16-19-31 17, 5-10 17, 11-19 18, 1-8 18, 9-14 19, 1-10 20, 27-38 21, 25-28.34-36 24, 35-48 24, 46-53 Juan
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Marzo 2024
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