Queridos amigos, os queremos invitar a vivir junto a nosotras un espacio de oración.
Tendrán lugar el miércoles 15 de noviembre en la parroquia Santa María del Pinar de Madrid a las 20:45 h. y, el jueves 16 de noviembre en la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Madrid a las 20:15 h. Muy unidos, os esperamos. Comunidad de la Conversión El plan inicial era caminar el sábado desde nuestro Monasterio de la Conversión hasta Casillas y, el domingo, desde Casillas hasta El Castañar de El Tiemblo. Pero las inclemencias meteorológicas no permitieron que la peregrinación fuera posible. Sin embargo, eso no impidió que nuestro Santo Viaje continuara su marcha de otro modo. El sábado, 4 de noviembre, los participantes se quedaron en nuestro monasterio para compartir una jornada intensa de oración y fraternidad. La clave que orientó el día dio pie a momentos de oración y reflexión, así como también a un encuentro para compartir. También hubo tiempo de dar un pequeño paseo por nuestro monasterio y, al final del sábado, los asistentes a este Santo Viaje –personas de distintos lugares como Madrid o Pamplona, así como algunos de nuestros hermanos de la Fraternidad de Laicos— y las hermanas de la Comunidad nos reunimos en un grato encuentro fraterno. El domingo, 5 de noviembre, el tiempo dio una tregua y se pudo hacer una pequeña marcha por el precioso paraje natural de El Castañar de El Tiemblo (Ávila), en una jornada propicia para hablar y compartir mientras se contemplaba cada rincón de este lugar incomparable. Gracias a todos los que compartieron con nosotras este Santo Viaje. Seguimos caminando unidos hacia Dios. LI Encuentro JARIS |
Consulta el programa, para saber temas y horarios del fin de semana |
Las Hermanas del Monasterio de la Conversión estaremos en el XXIV encuentro en torno al claustro
1/11/2023
Queridos amigos,
os comunicamos que vamos participarán en el XXIV encuentro en torno al claustro organizado por Fundación DeClausura, el día 15 de noviembre de 2023 a las 19:30 para mostrar algunos rasgos de la vida contemplativa, a quienes quieran compartir este encuentro con nosotras.
Para poder participar en esta reunión online, sólo tienes que inscribirte en el siguiente link: INSCRIPCIÓN
¡Os esperamos!
os comunicamos que vamos participarán en el XXIV encuentro en torno al claustro organizado por Fundación DeClausura, el día 15 de noviembre de 2023 a las 19:30 para mostrar algunos rasgos de la vida contemplativa, a quienes quieran compartir este encuentro con nosotras.
Para poder participar en esta reunión online, sólo tienes que inscribirte en el siguiente link: INSCRIPCIÓN
¡Os esperamos!
El pasado 8 de octubre disfrutamos de la presencia en el Monasterio de la Conversión de más de 70 músicos y cantores todos ellos integrantes de la formación musical de la Archidiócesis de Toledo. Han querido disfrutar con nosotras de un tiempo para la convivencia, la música, el trabajo y ensayo compartido, tiempo de formación, silencio y oración para de este modo empezar con energías renovadas el nuevo curso pastoral.
La Capilla Diocesana de Toledo comenzó a caminar en Toledo en 2007, para acercar a los hombres y mujeres a Dios a través de la belleza, el arte y la música, así como para profundizar en el desarrollo de la nueva música sacra. La Capilla parte del riquísimo legado y la tradición musical cristiana pero también busca un sonido actual, que sea capaz de acercar a los hombres y mujeres de hoy a lo sagrado y al misterio. Este compromiso entre modernidad y tradición está presente en el trabajo de la formación: a partir de repertorios sacros y litúrgicos que emergen de distintas comunidades, espiritualidades y autores actuales, así como generando creaciones propias; en esta línea la Capilla ha producido y estrenado diversas obras y ha actuado en numerosos lugares de la geografía nacional y también fuera de España, así como un buen número de grabaciones sonoras y audiovisuales.
La Capilla Diocesana de Toledo comenzó a caminar en Toledo en 2007, para acercar a los hombres y mujeres a Dios a través de la belleza, el arte y la música, así como para profundizar en el desarrollo de la nueva música sacra. La Capilla parte del riquísimo legado y la tradición musical cristiana pero también busca un sonido actual, que sea capaz de acercar a los hombres y mujeres de hoy a lo sagrado y al misterio. Este compromiso entre modernidad y tradición está presente en el trabajo de la formación: a partir de repertorios sacros y litúrgicos que emergen de distintas comunidades, espiritualidades y autores actuales, así como generando creaciones propias; en esta línea la Capilla ha producido y estrenado diversas obras y ha actuado en numerosos lugares de la geografía nacional y también fuera de España, así como un buen número de grabaciones sonoras y audiovisuales.
Resultó una jornada llena de belleza, intensa y luminosa, en la que hubo tiempo para la oración, la formación y el trabajo compartido con las hermanas y laicos de la Comunidad de la Conversión, teniendo en cuenta que el director titular de la formación es nuestro hermano R. Javier Moreno, que también dirige nuestro Coro monástico y buena parte del repertorio es compartido. Especialmente destacable fue la Eucaristía en la que cantamos y tocamos unidos (incluimos el vídeo de "Corazón inquieto") y se interpretó por primera vez la "Misa Quo Vadis?", también de manera conjunta hermanas, laicos y miembros de la Capilla, una composición del propio director que toma como cantus firmus las melodías que surgieron de nuestras hermanas de la Comunidad de Genzano di Roma cuando hicieron su camino de peregrinación hasta la Basílica de san Pedro. Otro momento especialmente intenso fue el encuentro que mantuvimos por la tarde, en el que tanto las hermanas de la Comunidad como los músicos y cantores de la Capilla musical intercambiaron experiencias y dialogaron en torno a la música en sus vidas, como auténtico camino de fe al encuentro de Dios y para la evangelización.
Queridos amigos,
cada año, al final de la temporada, nos gusta tener con vosotros un Encuentro de hospitaleros para compartir juntos la experiencia vivida y agradecer vuestro labor de acogida a los peregrinos en el albergue. Este año tendrá lugar el día 6 de diciembre, fiesta de la Constitución Española.
La jornada dará comienzo a las 10:00 de la mañana y a lo largo del día participaremos juntos en la eucaristía y la liturgia comunitaria, una clave guiada por una hermana y tiempos largos para compartir y gozar juntos de tanta gracia recibida.
Para venir, sólo tienes que escribirnos a: hospederia@monasteriodelaconversion.com
¡Os esperamos a todos!
cada año, al final de la temporada, nos gusta tener con vosotros un Encuentro de hospitaleros para compartir juntos la experiencia vivida y agradecer vuestro labor de acogida a los peregrinos en el albergue. Este año tendrá lugar el día 6 de diciembre, fiesta de la Constitución Española.
La jornada dará comienzo a las 10:00 de la mañana y a lo largo del día participaremos juntos en la eucaristía y la liturgia comunitaria, una clave guiada por una hermana y tiempos largos para compartir y gozar juntos de tanta gracia recibida.
Para venir, sólo tienes que escribirnos a: hospederia@monasteriodelaconversion.com
¡Os esperamos a todos!
Esta celebración empezaba el día anterior con la oración de Vísperas, para interceder por ellas y pedir la asistencia del Espíritu Santo en este paso tan importante de la Consagración. Una oración también especial porque tanto Laura como María dieron su testimonio de encuentro con Cristo. Un encuentro personal que ha fructificado en cada una de ellas siguiendo al Señor más de cerca en nuestra Comunidad, en esta forma de vida.
El día de la Profesión fue un día de júbilo no solo para las hermanas de la Comunidad y de nuestra Federación, sino también para todos los familiares, amigos, religiosos y religiosas, sacerdotes, laicos de nuestra fraternidad, compañeros de camino… que participaron en la ceremonia y que fueron testigos del sí de Laura y María al Señor.
Presidida por el Padre Domingo Amigo, prior provincial de los Agustinos, en la Profesión concelebraron casi una veintena de sacerdotes.
Un día en el que el misterio de la Anunciación a María, Madre y morada de Dios, se hizo presente entre nosotros con el sí de nuestras hermanas. Alegraos, Laura y María porque el Señor está con vosotras y en vosotras.
Queridos amigos, os queremos invitar a vivir junto a nosotras un espacio de oración.
Tendrán lugar el miércoles 18 de octubre en la parroquia Santa María del Pinar de Madrid a las 20:45 h. y, el jueves 19 de octubre en la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Madrid a las 20:15 h.
Muy unidos, os esperamos. Comunidad de la Conversión
Tendrán lugar el miércoles 18 de octubre en la parroquia Santa María del Pinar de Madrid a las 20:45 h. y, el jueves 19 de octubre en la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Madrid a las 20:15 h.
Muy unidos, os esperamos. Comunidad de la Conversión
Ya el año pasado iniciamos con esta actividad que hemos llamado "Santo Viaje" y con la que queremos abrir un espacio de camino de oración y fraternidad a través del encuentro con la creación, la peregrinación, la reflexión y el compartir.
En esta ocasión os invitamos a hacer una peregrinación desde el Monasterio hasta el Tiemblo pasando por el Castañar del Tiemblo que es un lugar espectacular de belleza y misterio.
Quedamos en el monasterio a las 12.00 h del sábado 4 y partiremos hacia Casillas. Haremos allí noche. Este tramo es sencillo, apenas unos 8 km de camino. La tarde la pasaremos en el pueblo de Casillas para orar, compartir, estar juntos y ahondar en esta espiritualidad de la peregrinación.
El domingo saldremos tempranísimo de Casillas y pasaremos el puerto de Casillas hacia el Nevero para bajar al Tiemblo por el Castañar. Será una ruta más larga (sobre 17 km), de una mayor dificultad y mucha belleza.
La cena del sábado, el desayuno y comida del domingo la llevamos cada uno. La comida del sábado, en cambio, es en el monasterio.
Hay que traer también saco de dormir y esterilla.
Para más información escribe: hospederia@monasteriodelaconversion.com
Unidos, ¡canta y camina!
En esta ocasión os invitamos a hacer una peregrinación desde el Monasterio hasta el Tiemblo pasando por el Castañar del Tiemblo que es un lugar espectacular de belleza y misterio.
Quedamos en el monasterio a las 12.00 h del sábado 4 y partiremos hacia Casillas. Haremos allí noche. Este tramo es sencillo, apenas unos 8 km de camino. La tarde la pasaremos en el pueblo de Casillas para orar, compartir, estar juntos y ahondar en esta espiritualidad de la peregrinación.
El domingo saldremos tempranísimo de Casillas y pasaremos el puerto de Casillas hacia el Nevero para bajar al Tiemblo por el Castañar. Será una ruta más larga (sobre 17 km), de una mayor dificultad y mucha belleza.
La cena del sábado, el desayuno y comida del domingo la llevamos cada uno. La comida del sábado, en cambio, es en el monasterio.
Hay que traer también saco de dormir y esterilla.
Para más información escribe: hospederia@monasteriodelaconversion.com
Unidos, ¡canta y camina!
Vamos a contemplar a Jesús orando. Él muchas veces se retiraba de lo cotidiano y oraba al Padre, entraba en intimidad con Él. Queremos, mirándole, aprender a rezar con un corazón como el Suyo, con sus Palabras.
Empezamos el 8 de noviembre por la tarde, a las 20.00 h, aprovechando el "puente de la Almudena", para que tengamos un tiempo más dilatado y si alguno no puede venir a todo, porque sea de fuera de Madrid o no tenga puente, que se ponga en contacto con nosotras igualmente.
El plan de los días será: la participación en la eucaristía y la liturgia comunitaria, dos claves cada día guiadas por las hermanas, tiempos de oración y silencio, coloquios personales y contacto con la creación...
Empezamos el 8 de noviembre por la tarde, a las 20.00 h, aprovechando el "puente de la Almudena", para que tengamos un tiempo más dilatado y si alguno no puede venir a todo, porque sea de fuera de Madrid o no tenga puente, que se ponga en contacto con nosotras igualmente.
El plan de los días será: la participación en la eucaristía y la liturgia comunitaria, dos claves cada día guiadas por las hermanas, tiempos de oración y silencio, coloquios personales y contacto con la creación...
Para venir, sólo tienes que escribir a:
hospederia@monasteriodelaconversion.com
¡Os esperamos!
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¡Os esperamos!
El 9 de julio de este año el Papa anunció la creación de 21 nuevos cardenales en el consistorio ordinario que se celebraría el 30 de septiembre. Uno de los elegidos para esta tarea de consejo y ayuda al Papa en el ejercicio de su ministerio ha sido Monseñor Robert Prevost, actual prefecto para el Dicasterio para os Obispos.
El P. Prevost es miembro de la Orden de san Agustín y fue Padre General desde el 2001 hasta el 2013.
Es enorme la gratitud de nuestra comunidad por su consejo, escucha, ayuda y apoyo en los primeros años de nuestra andadura comunitaria.
Damos gracias a Dios por esta nueva misión que se le encomienda y rezamos por él.
¡Enhorabuena!
El P. Prevost es miembro de la Orden de san Agustín y fue Padre General desde el 2001 hasta el 2013.
Es enorme la gratitud de nuestra comunidad por su consejo, escucha, ayuda y apoyo en los primeros años de nuestra andadura comunitaria.
Damos gracias a Dios por esta nueva misión que se le encomienda y rezamos por él.
¡Enhorabuena!
En presencia de su familia, de algunos amigos y acompañada por las hermanas, Patricia dio este paso de iniciación a la vida religiosa en la que entra como Postulante. Este año de Postulantado es un momento propicio para estrechar lazos y para que, tanto la Comunidad como la propia Patricia, confirmen esta vocación que acogemos con gran alegría y esperanza. |
El pasado 19 de septiembre se cumplían 25 años del inicio de mi vida consagrada. Ese día hice mis votos temporales. Y, con este motivo, la comunidad ha querido celebrar conmigo un día especial de alabanza, acción de gracias, comunión y fiesta que hemos compartido con mi familia, los laicos de la fraternidad y algunos amigos.
El tiempo ha pasado rápido y, a la vez, siento detrás de mí toda una historia de muchos días, rostros, lugares, experiencias… y, en todo, como razón y fundamento, la llamada de Dios, su atracción, su fidelidad y amor sobre mí.
A lo largo del verano he tratado de irme preparando interiormente para este momento. He hecho memoria agradecida, he rezado en esta perspectiva jubilar y encontraba tres claves para recoger este tiempo que comparto con vosotros: gracias, gracia y gracia tras gracia.
“Gracias” porque vivo en la respuesta a un Amor recibido. El Señor me ha permitido vivir en la confianza de que Él me ha amado desde siempre, me ha bendecido, elegido, creado, llamado. Él se ha desvelado, ofrecido, ha derrochado su Amor en mí. Vivo en la sorpresa y alegría de saberme criatura, sostenida, cuidada por Dios. La precedencia del Padre, la compañía del Hijo, la intimidad del Espíritu son mi identidad. Esta certeza de su presencia conmigo, en mí, es la tierra por la que puedo caminar, correr, danzar sin miedo.
“Gracia” porque ha sido fácil para mí reconocer que el modo que me correspondía, que yo tenía, según he sido hecha, para responder a tanto Amor era el camino de la consagración religiosa. Desde el día que esta vocación se alumbró en mí, al principio como una intuición y luego como un torrente, sentí una inmensa alegría interior, una identificación, un reconocimiento de que yo estaba hecha para ello. ¡Sí, yo le pertenecía a Dios en un sentido esponsal!
Y, por eso, el camino, a pesar de que también ha tenido sus luchas, sombras y estrecheces, ha sido gracioso, sembrado de signos, pequeños regalos cotidianos, confirmaciones: “Gracia tras gracia”. Una de estas gracias importantes, importantísima, ha sido mi comunidad de la Conversión, cada hermana, las mayores que han caminado conmigo desde el inicio y todas, también las hijas que el Señor nos ha ido dando. Sin ellas no habría sido posible llegar hasta aquí y gracias a ellas puedo continuar.
Soy hija de la gracia y, por eso, te doy gracias, Padre, porque has revelado todo esto a los que son pequeños como María. Así quiero vivir 25 años más y todos los que el Señor me conceda, hasta el cielo.
El tiempo ha pasado rápido y, a la vez, siento detrás de mí toda una historia de muchos días, rostros, lugares, experiencias… y, en todo, como razón y fundamento, la llamada de Dios, su atracción, su fidelidad y amor sobre mí.
A lo largo del verano he tratado de irme preparando interiormente para este momento. He hecho memoria agradecida, he rezado en esta perspectiva jubilar y encontraba tres claves para recoger este tiempo que comparto con vosotros: gracias, gracia y gracia tras gracia.
“Gracias” porque vivo en la respuesta a un Amor recibido. El Señor me ha permitido vivir en la confianza de que Él me ha amado desde siempre, me ha bendecido, elegido, creado, llamado. Él se ha desvelado, ofrecido, ha derrochado su Amor en mí. Vivo en la sorpresa y alegría de saberme criatura, sostenida, cuidada por Dios. La precedencia del Padre, la compañía del Hijo, la intimidad del Espíritu son mi identidad. Esta certeza de su presencia conmigo, en mí, es la tierra por la que puedo caminar, correr, danzar sin miedo.
“Gracia” porque ha sido fácil para mí reconocer que el modo que me correspondía, que yo tenía, según he sido hecha, para responder a tanto Amor era el camino de la consagración religiosa. Desde el día que esta vocación se alumbró en mí, al principio como una intuición y luego como un torrente, sentí una inmensa alegría interior, una identificación, un reconocimiento de que yo estaba hecha para ello. ¡Sí, yo le pertenecía a Dios en un sentido esponsal!
Y, por eso, el camino, a pesar de que también ha tenido sus luchas, sombras y estrecheces, ha sido gracioso, sembrado de signos, pequeños regalos cotidianos, confirmaciones: “Gracia tras gracia”. Una de estas gracias importantes, importantísima, ha sido mi comunidad de la Conversión, cada hermana, las mayores que han caminado conmigo desde el inicio y todas, también las hijas que el Señor nos ha ido dando. Sin ellas no habría sido posible llegar hasta aquí y gracias a ellas puedo continuar.
Soy hija de la gracia y, por eso, te doy gracias, Padre, porque has revelado todo esto a los que son pequeños como María. Así quiero vivir 25 años más y todos los que el Señor me conceda, hasta el cielo.

El Tiempo de la Creación, impulsado por el Papa Francisco en el año 2015, comienza el 1 de septiembre con una Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, en la que cristianos de todo el mundo rezaremos juntos para renovar la relación con el Creador y con la creación, a través de la celebración, la conversión y el compromiso conjunto. En las próximas cinco semanas, y hasta el 4 de octubre, las comunidades e iglesias locales organizaremos actividades de sensibilización, así como celebraciones religiosas ecuménicas para que adquieramos un mayor compromiso en el cuidado de la casa común y, en general para que, cada uno desde nuestro contexto, ayudemos a promover el cuidado del medio ambiente.
El lema escogido hace referencia al texto del profeta Amos cuando clama “¡Pero corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo”! (Amós 5: 24). De este modo, el Tiempo de la Creación invita a que nos unamos al río de la justicia y la paz, a asumir la justicia climática y ecológica, y a hablar con y por las comunidades más afectadas por la pérdida de biodiversidad.
Mediante la oración, la incidencia práctica y las acciones sostenibles, este Tiempo de la Creación 2023 quiere renovar proféticamente nuestra unidad ecuménica y el cuidado de nuestro casa común.
Mensaje del papa Francisco para la Jornada Mundial de oración por el cuidado de la creación
El lema escogido hace referencia al texto del profeta Amos cuando clama “¡Pero corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo”! (Amós 5: 24). De este modo, el Tiempo de la Creación invita a que nos unamos al río de la justicia y la paz, a asumir la justicia climática y ecológica, y a hablar con y por las comunidades más afectadas por la pérdida de biodiversidad.
Mediante la oración, la incidencia práctica y las acciones sostenibles, este Tiempo de la Creación 2023 quiere renovar proféticamente nuestra unidad ecuménica y el cuidado de nuestro casa común.
Mensaje del papa Francisco para la Jornada Mundial de oración por el cuidado de la creación
Bajo el lema “Canta y camina” hemos celebrado este año el Triduo Agustiniano en nuestro Monasterio de la Conversión, del 26 al 28 de agosto.
El domingo, 27 de agosto, conmemoramos la festividad de Santa Mónica con la Eucaristía por la mañana y con la oración por las madres y Vísperas Solemnes de San Agustín por la tarde.
La oración por las madres fue un momento significativo porque nos recuerda, en primer lugar, la figura de Santa Mónica como madre de San Agustín y, en segundo lugar, la importancia de las madres en nuestro recorrido vital, como pilar y fundamento de toda vida humana que necesita del cuidado materno para poder crecer en plenitud.
En esta oración guiada, algunas hermanas solemnes recordaban a todos los presentes la figura de Santa Mónica como mujer de fe, esperanza y caridad y cómo esos atributos ayudan a conformar la vida del hijo, de los hijos, de la familia, de los más cercanos. Cada una de esas virtudes de Santa Mónica dieron pie a orar por todas las madres, especialmente, por las que viven situaciones delicadas o que padecen grandes sufrimientos por sus circunstancias familiares, personales.
El domingo, 27 de agosto, conmemoramos la festividad de Santa Mónica con la Eucaristía por la mañana y con la oración por las madres y Vísperas Solemnes de San Agustín por la tarde.
La oración por las madres fue un momento significativo porque nos recuerda, en primer lugar, la figura de Santa Mónica como madre de San Agustín y, en segundo lugar, la importancia de las madres en nuestro recorrido vital, como pilar y fundamento de toda vida humana que necesita del cuidado materno para poder crecer en plenitud.
En esta oración guiada, algunas hermanas solemnes recordaban a todos los presentes la figura de Santa Mónica como mujer de fe, esperanza y caridad y cómo esos atributos ayudan a conformar la vida del hijo, de los hijos, de la familia, de los más cercanos. Cada una de esas virtudes de Santa Mónica dieron pie a orar por todas las madres, especialmente, por las que viven situaciones delicadas o que padecen grandes sufrimientos por sus circunstancias familiares, personales.
El día grande fue el 28 de agosto, Solemnidad de Nuestro Padre San Agustín, teniendo como momento central la Eucaristía y la posterior comida fraterna con los laicos de nuestra fraternidad y todos los asistentes.
Antes de la Eucaristía, Madre Carolina dio una clave sobre el Sermón 256 de San Agustín, en el que aparece este “Canta y camina” que ha dado nombre a nuestro Triduo Agustiniano de este año y a la carta de comunión escrita por nuestra Madre Federal, Madre Prado, con motivo de esta Solemnidad de San Agustín.
Antes de la Eucaristía, Madre Carolina dio una clave sobre el Sermón 256 de San Agustín, en el que aparece este “Canta y camina” que ha dado nombre a nuestro Triduo Agustiniano de este año y a la carta de comunión escrita por nuestra Madre Federal, Madre Prado, con motivo de esta Solemnidad de San Agustín.

Durante la clave, Madre Carolina recordaba que “San Agustín nos invita a cantar juntos el Aleluya. Dios se regocija, le gusta vernos reunidos para alabarle”. “Esta llamada a la unidad, a alabar, es una llamada personal. Dios se convierte en el centro vital. En la alabanza vivimos una experiencia de comunión personal”.
En este sentido, Madre Carolina planteaba una pregunta: “¿Es posible cantar el Aleluya, alabar cuando somos probados, cuando viene el sufrimiento, la tentación?”. Ante esta cuestión, ella animaba a los presentes a cantar el Aleluya aún en medio de los peligros y las tentaciones porque “Dios es fiel, se ha comprometido contigo en todo momento. Porque Dios es fiel, podemos cantar el Aleluya”, decía Madre Carolina.
Canta, aunque estés en la tribulación. Si cantas el Aleluya, el cielo empieza a hacerse presente.
Cuando cantamos y caminamos, caminamos hacia arriba. Como el saludo de los peregrinos que caminan hacia Santiago: “Ultreia et Suseia”. “Siempre adelante, siempre hacia arriba.
En este sentido, Madre Carolina planteaba una pregunta: “¿Es posible cantar el Aleluya, alabar cuando somos probados, cuando viene el sufrimiento, la tentación?”. Ante esta cuestión, ella animaba a los presentes a cantar el Aleluya aún en medio de los peligros y las tentaciones porque “Dios es fiel, se ha comprometido contigo en todo momento. Porque Dios es fiel, podemos cantar el Aleluya”, decía Madre Carolina.
Canta, aunque estés en la tribulación. Si cantas el Aleluya, el cielo empieza a hacerse presente.
Cuando cantamos y caminamos, caminamos hacia arriba. Como el saludo de los peregrinos que caminan hacia Santiago: “Ultreia et Suseia”. “Siempre adelante, siempre hacia arriba.
JMJ 2023: encuentro de alegría
(Ángela Aguilera)

Millón y medio de jóvenes en Lisboa, ciudad de medio millón de habitantes, lugar de encuentro con Jesús, con personas de miles de lugares distintos y con el Papa, quien nos decía que “en la Iglesia cabemos todos, todos, todos”. Y parece que en Lisboa, también.
Los días de la JMJ, con todo lo que supone ser peregrino (el cansancio, agobio, el mal olor y los bichos van incluidos en el pack), han estado cargados de entusiasmo y alegría por distintos motivos: ver al Papa de cerca; escuchar su mensaje que nos animaba a levantarnos y a no tener miedo de seguir a Jesús; encontrarnos con jóvenes de todo el mundo para vivir juntos la fe... Esto último es lo que más me ha impresionado en estos días: ver a tanta gente, tan distinta, reunida en un mismo lugar, para celebrar lo mismo: a Jesús.
Ha sido precioso sentirme Iglesia, y una alegría inmensa ha brotado en mí al saberme parte de esta familia que busca a Cristo y camina, unida, hacia Él. Me ha emocionado ver que no estoy sola; que no soy “la rarita”; que hay, al menos, millón y medio de “raritos” por el mundo y que nuestra rareza es
vivir felices; porque cuando Jesús entra en una vida, la llena de alegría, y ha sido un regalo compartirla con tantos jóvenes a los que, sin conocerlos, siento hermanos.
Tras esta experiencia, tengo el deseo de levantarme, como María, y llevar la alegría de tener a Jesús en mi vida a las personas que no son "tan raras" como yo. Es algo “riesgoso”, pero Jesús vale la vida. Corramos el riesgo de amar como Él.
Los días de la JMJ, con todo lo que supone ser peregrino (el cansancio, agobio, el mal olor y los bichos van incluidos en el pack), han estado cargados de entusiasmo y alegría por distintos motivos: ver al Papa de cerca; escuchar su mensaje que nos animaba a levantarnos y a no tener miedo de seguir a Jesús; encontrarnos con jóvenes de todo el mundo para vivir juntos la fe... Esto último es lo que más me ha impresionado en estos días: ver a tanta gente, tan distinta, reunida en un mismo lugar, para celebrar lo mismo: a Jesús.
Ha sido precioso sentirme Iglesia, y una alegría inmensa ha brotado en mí al saberme parte de esta familia que busca a Cristo y camina, unida, hacia Él. Me ha emocionado ver que no estoy sola; que no soy “la rarita”; que hay, al menos, millón y medio de “raritos” por el mundo y que nuestra rareza es
vivir felices; porque cuando Jesús entra en una vida, la llena de alegría, y ha sido un regalo compartirla con tantos jóvenes a los que, sin conocerlos, siento hermanos.
Tras esta experiencia, tengo el deseo de levantarme, como María, y llevar la alegría de tener a Jesús en mi vida a las personas que no son "tan raras" como yo. Es algo “riesgoso”, pero Jesús vale la vida. Corramos el riesgo de amar como Él.
“Sólo hay una cosa gratis: el amor de Jesús”. Con estas palabras el Papa se dirigía a los jóvenes en la vigilia de esta JMJ vivida en Lisboa. Dos hermanas de la Comunidad hemos tenido la oportunidad de asistir a esta jornada con la diócesis de Ávila, junto con sacerdotes y otras religiosas, para acompañar a los jóvenes que se han levantado y partido sin demora hacia el encuentro con el Papa.
Los días previos en Lisboa fueron un tiempo y espacio de bendición para todos, preparando el corazón para el momento tan esperado y anhelado: el encuentro con el sucesor de Pedro. Hemos participado de catequesis compartidas con otros grupos de Venezuela, Chile… compartiendo la alegría de la fe. Hemos profundizado en la ecología integral, en la fraternidad universal, en la acogida de la fe y en la misión que tiene todo cristiano. Ha sido renovador comprobar que el mensaje cristiano no conoce fronteras y que el Amor de Dios nos convoca de oriente a occidente para celebrar y anunciar el Evangelio. A pesar de ser de distintos países, de hablar otros idiomas, de tener varias edades… se ha vivido una comunión auténtica en el Señor.
Los jóvenes han sido un ejemplo en todo momento. La alegría y el deseo por ver al Papa han hecho que ni la sed, ni el cansancio, ni la incomodidad propia de toda peregrinación… en ningún momento fueran una dificultad sino una oportunidad para crecer y vivir la fraternidad cristianas.
Los encuentros con el Papa han sido probablemente los momentos más especiales de todo el viaje. En los lugares y tiempo en que Francisco se dirigía a los miles de jóvenes congregados, reinaba un silencio conmovedor, atento a la palabra que se nos dirigía. El mensaje del Papa a los jóvenes ha reavivado la fe, la esperanza y la caridad de muchos jóvenes con los que hemos tenido oportunidad de compartir. Además, el Papa nos ha recordado, en varias ocasiones, a tantos jóvenes que no han podido venir por motivos graves y que, sin embargo, nos han acompañado en todo momento. De esta manera nos ha instado a no acomodarnos, a estar siempre en actitud de salida, a no encerrarnos en nosotros mismos. Finalmente, nos ha convocado al Jubileo de los Jóvenes, en 2025, en Roma y a la próxima JMJ, en 2027, en Corea del Sur.
Ahora rezamos unidos por los frutos de este encuentro, especialmente por los jóvenes, y damos gracias al Papa Francisco y a nuestra Iglesia que, como madre, nos ha acogido en Lisboa con tanta generosidad y alegría.
Los encuentros con el Papa han sido probablemente los momentos más especiales de todo el viaje. En los lugares y tiempo en que Francisco se dirigía a los miles de jóvenes congregados, reinaba un silencio conmovedor, atento a la palabra que se nos dirigía. El mensaje del Papa a los jóvenes ha reavivado la fe, la esperanza y la caridad de muchos jóvenes con los que hemos tenido oportunidad de compartir. Además, el Papa nos ha recordado, en varias ocasiones, a tantos jóvenes que no han podido venir por motivos graves y que, sin embargo, nos han acompañado en todo momento. De esta manera nos ha instado a no acomodarnos, a estar siempre en actitud de salida, a no encerrarnos en nosotros mismos. Finalmente, nos ha convocado al Jubileo de los Jóvenes, en 2025, en Roma y a la próxima JMJ, en 2027, en Corea del Sur.
Ahora rezamos unidos por los frutos de este encuentro, especialmente por los jóvenes, y damos gracias al Papa Francisco y a nuestra Iglesia que, como madre, nos ha acogido en Lisboa con tanta generosidad y alegría.
Del 29 de junio al 2 de Julio, un grupo de hermanas de nuestras comunidades de Italia y España llevaron a cabo una itinerancia en la parroquia de Federsee (Alemania) donde ejerce el ministerio pastoral Martin Dörflinger, el hermano de nuestra hermana Elisabeth. El con un grupo de jóvenes había visitado nuestros monasterios en diversas ocasiones y ahora nos pedían una visita por nuestra parte para seguir afianzando este vínculo de fraternidad entre nosotros.
A través de las meditaciones, la oración litúrgica, la música y el acompañamiento personal se vivieron días de profunda comunión y encuentro con la fe y la vida de esta parroquia, que nos acogió con tanto cariño.
A través de las meditaciones, la oración litúrgica, la música y el acompañamiento personal se vivieron días de profunda comunión y encuentro con la fe y la vida de esta parroquia, que nos acogió con tanto cariño.
Bajo el título del versículo del Salmo 34 "¿Hay alguien que ame la vida?", todas las claves y actividades que vivimos durante estos días fueron profundizando en este tema que dio mucha vida, luz y esperanza a todos los participantes en estas jornadas.
En la primera tarde tuvimos una oración por la paz ante la colegiata de Federsee, misa después en Seekirch y la primera meditación "Entre el fuego y el agua" así como la presentación de la comunidad. Hubo un clima de profunda fraternidad y confianza mutua.
En la primera tarde tuvimos una oración por la paz ante la colegiata de Federsee, misa después en Seekirch y la primera meditación "Entre el fuego y el agua" así como la presentación de la comunidad. Hubo un clima de profunda fraternidad y confianza mutua.
El viernes 30 de junio, por la mañana, figuraba en el orden del día una visita al Centro de Educación Católica de Rißegg. Los alumnos se sintieron muy cómodos y abiertos ante nuestra presencia. Por la tarde tuvimos otro encuentro con un grupo de jóvenes que el año pasado estuvieron en nuestra casa de Genzano di Roma, y la noche del viernes estuvo marcada de nuevo por la misa en Kappel y la posterior meditación "Hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos y somos amados". Esta clave abordó la profunda cuestión de lo que significa enfrentar el sufrimiento en la propia vida desde la perspectiva de Dios. Sólo desde Él, la vida y la muerte están abrazadas por su amor, que puede ayudarnos a aceptar la enfermedad y el sufrimiento, incluso la muerte.
El sábado vivimos un día de peregrinación. Desde el antiguo convento agustino de Inzigkofen, recorrimos el puente colgante hasta una ermita, luego el puente del Diablo a Känzele y después caminamos por el Danubio hasta Dietfurt. La jornada de peregrinación terminó con una visita al monasterio de Beuron, que fue convento agustino hasta su posterior secularización.
El domingo por la mañana concluimos estos días de itinerancia, con una preciosa Eucaristía que selló estos días con un sentimiento de profunda gratitud en nuestro corazón.
Pedimos y deseamos que estos pasos dados sean como semillas del Evangelio que revitalicen la vida de la Iglesia.
¡Gracias P. Martin y cada uno de los amigos que hemos encontrado por vuestra acogida!
Pedimos y deseamos que estos pasos dados sean como semillas del Evangelio que revitalicen la vida de la Iglesia.
¡Gracias P. Martin y cada uno de los amigos que hemos encontrado por vuestra acogida!
Esta ha sido la certeza que hemos vivido la comunidad en la pequeña misión que realizamos en los llamados "días previos en diócesis". Por petición de D. Antonio Monteiro, obispo de Aveiro (diócesis al norte de Lisboa), un grupo de hermanas nos desplazamos del 26 al 31 de julio para acompañar las actividades que allí estaban organizadas por los Comités parroquiales de la JMJ.
Durante esos días pudimos compartir con un grupo de jóvenes españoles, principalmente de Pamplona (aunque también pudimos reencontrarnos con nuestros amigos de Burgos), la alegría de la fe. El primer día que nos encontramos en la parroquia de Santo André de Vagos vimos un grupo de peregrinos llenos de ilusión por comenzar estos días "de camino" hacía el encuentro con el resto de la Iglesia Universal. No fueron necesarios grandes esfuerzos para vernos totalmente acogidas por este entusiasmo y participar como uno más de los juegos, ensayos, excursiones, visitas,etc, que tenían preparados los voluntarios.
En los días que convivimos con las familias y la Delegación de Juventud de Navarra tuvimos oportunidad de celebrar la Eucaristía juntos, de compartir comidas y cenas junto con las familias de acogida, peregrinar al Santuario de Nstra. Señora de Vagos para rezar ante la Virgen, orar, compartir inquietudes y dudas, descubrir la belleza de todos los estados de vida y vocaciones, descubrir la preciosa región de Aveiro con sus playas, ciudades, etc... Tuvimos experiencia de vivir comos los primeros cristianos que partían a otros lugares para descubrir el Evangelio y después llevarlo a los confines de la tierra.
Y es que además hemos podido contemplar a Cristo en la belleza de su Iglesia, tal y como hizo San Agustín: su diversidad, su universalidad, su comunión, su caridad... Los miles de peregrinos de todas partes del mundo que se encontraban esos días en Aveiro eran reflejo del Amor de Cristo.
Al terminar esta misión pudimos ir a Fátima para dejar a los pies de la Madre todo lo vivido y principalmente aquellos "peregrinos" que se nos había encomendado, para que pudieran encontrarse con Su Hijo en los días de la JMJ en Lisboa.
Por todo ello y por los frutos que darán estos encuentros y el paso del Espíritu Santo en estos jóvenes y en nosotras sólo podemos decir... Deo gratias!
Al terminar esta misión pudimos ir a Fátima para dejar a los pies de la Madre todo lo vivido y principalmente aquellos "peregrinos" que se nos había encomendado, para que pudieran encontrarse con Su Hijo en los días de la JMJ en Lisboa.
Por todo ello y por los frutos que darán estos encuentros y el paso del Espíritu Santo en estos jóvenes y en nosotras sólo podemos decir... Deo gratias!
De Perú a Portugal, parando en el Monasterio de la Conversión
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Venían con ilusión, con ganas de vivir en Lisboa (Portugal) todo lo que les esperaba en la JMJ (Jornada Mundial de la Juventud). Pero antes, un grupo de 83 peregrinos peruanos quisieron pasar unos días con nosotras en nuestro Monasterio de la Conversión de Sotillo de la Adrada (Ávila).
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Durante estos días, del 24 al 27 de julio, tuvimos la oportunidad de compartir vida, testimonios, culturas y, sobre todo, la fe que nos une en Cristo, que se hizo patente en la oración y en la Eucaristía de cada día.
Para las hermanas que estamos en Sotillo, fue una alegría poder recibir a un grupo de peruanos, teniendo en cuenta nuestra presencia en aquel país, con las hermanas que habitan en el Monasterio de la Encarnación, en la ciudad de Lima, donde desarrollan nuestro mismo carisma y forma de vida.
Para las hermanas que estamos en Sotillo, fue una alegría poder recibir a un grupo de peruanos, teniendo en cuenta nuestra presencia en aquel país, con las hermanas que habitan en el Monasterio de la Encarnación, en la ciudad de Lima, donde desarrollan nuestro mismo carisma y forma de vida.
Uno de los días más entrañables fue el martes 25 de julio, solemnidad de Santiago Apóstol, porque pudimos compartir con los peregrinos peruanos la misión que realizamos en el albergue parroquial Santa María, en Carrión de los Condes (Palencia), donde acogemos a peregrinos que caminan hacia Santiago de Compostela.
La casa vibraba al latir de Santiago, cada rincón era un espacio de acogida del peregrino. ¡Carrión en Sotillo! Preparamos para nuestros peregrinos peruanos distintos talleres: la acogida en nuestro albergue, el lavatorio de los pies, una explicación de los signos del Camino, el encuentro musical y algunos testimonios de hermanas peregrinas. Terminamos el día con la Eucaristía, acción de gracias, dándoles la bendición y enviándoles a ser estrellas que brillen en la noche del mundo.
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Otro momento especialmente emotivo fue la despedida. Antes de partir a Portugal para participar en la JMJ, las hermanas les cantamos el himno de la Jornada Mundial de la Juventud de este año, que lleva por título “Há Pressa no Ar”.
Ellos también compartieron con nosotras cantos y bailes tradicionales de Perú y nos hicieron entrega de varios regalos típicos de su país.
Entre la alegría por el encuentro y la nostalgia por la despedida, nuestros peregrinos peruanos partieron hacia Lisboa para vivir en primera persona la JMJ que ya les esperaba con los brazos abiertos.
¡Gracias, Perú!
La alegría de los jóvenes italianos, de camino hacia la JMJ
Llegaron de madrugada. Venían desde Turín (Italia) para pasar unos días en nuestro monasterio, antes de participar en la JMJ de Lisboa.
Del 31 de julio al 4 de agosto, estos 57 jóvenes peregrinos italianos nos contagiaron con su alegría, con su espíritu de fraternidad y amistad. Estos días previos a su llegada a la Jornada Mundial de la Juventud han sido muy especiales porque se han ido preparando para algo grande: todo lo que el Señor les tenía preparado en la JMJ.
Uno de los momentos más especiales fue el encuentro de las hermanas con ellos, el miércoles 2 de agosto por la mañana, donde un par de hermanas compartieron su testimonio y donde también pudimos explicarles nuestra vida y misión.
Durante su estancia aquí, los peregrinos italianos aprovecharon para visitar alguna ciudad importante y cercana a nuestro monasterio.
Pero, si tuviéramos que destacar algo clave de lo vivido con este grupo de jóvenes, diríamos que ese momento era la Eucaristía que celebrábamos con ellos cada día. Presidida por el sacerdote que los acompañaba, vivimos con gran unción este momento culmen de la vida cristiana.
Pero, si tuviéramos que destacar algo clave de lo vivido con este grupo de jóvenes, diríamos que ese momento era la Eucaristía que celebrábamos con ellos cada día. Presidida por el sacerdote que los acompañaba, vivimos con gran unción este momento culmen de la vida cristiana.
En el encuentro de despedida, nos contaron cómo viven la fe, cómo la comparten como grupo y cómo unos van transmitiendo la fe a otros, de los jóvenes a los más pequeños. También fue un tiempo para compartir canciones y para darles la bendición final y de envío. Las hermanas compartimos con ellos la bendición y la entrega de la estrella que realizamos en el albergue parroquial Santa María de Carrión de los Condes (Palencia), donde acogemos a peregrinos del Camino de Santiago.
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Con la emoción y la alegría de lo compartido durante estos días, nos despedimos de nuestros peregrinos italianos, esperando encontrarnos nuevamente con ellos aquí o en Italia, donde también estamos presentes a través de un grupo de hermanas.
¡Gracias, Italia!
¡Gracias, Italia!
Nuestro ‘Civitas Dei Adolescentes’ ha vuelto a contar este año con una presencia muy especial, que no se daba desde antes de la pandemia: un grupo de doce jóvenes de Hungría. Unidos a los jóvenes españoles que participaban en esta nueva edición de ‘Civitas’, del 2 al 8 de julio han tenido la oportunidad de compartir actividades, juegos, talleres, oraciones y claves sobre el tema de este año: ‘Artesanos de Paz’. |