“Recibí la noticia como los demás, escuchando en directo el Ángelus del Papa el domingo 25 de octubre. ¡Si no fuera por el hecho de que llevo un apellido tan inconfundible en ese momento, habría pensado que era otra persona!” "Quiero morir con el hábito franciscano: |
|
El cardenal Raniero Cantalamessa, pertenece a la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos y ejerce como predicador de la Casa Pontificia desde 1980. Cuarenta años de dedicación a los Papas y a la Curia, durante los pontificados de Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco.
Había pedido dos cosas al Papa y se las ha concedido:
1. No ser ordenado obispo.
2. Seguir vistiendo el hábito franciscano.
Las lecturas de este día, martes 1 de diciembre, me parecen muy acordes con la noticia compartida.
Había pedido dos cosas al Papa y se las ha concedido:
1. No ser ordenado obispo.
2. Seguir vistiendo el hábito franciscano.
Las lecturas de este día, martes 1 de diciembre, me parecen muy acordes con la noticia compartida.
LECTURAS DE HOY
Primera lecturaLectura del libro de Isaías (11,1-10):
AQUEL día, brotará un renuevo del tronco de Jesé,
y de su raíz florecerá un vástago.
Sobre él se posará el espíritu del Señor:
espíritu de sabiduría y entendimiento,
espíritu de consejo y fortaleza,
espíritu de ciencia y temor del Señor.
Le inspirará el temor del Señor.
No juzgará por apariencias
ni sentenciará de oídas;
juzgará a los pobres con justicia,
sentenciará con rectitud a los sencillos de la tierra;
pero golpeará al violento con la vara de su boca,
y con el soplo de sus labios hará morir al malvado.
La justicia será ceñidor de su cintura,
y la lealtad, cinturón de sus caderas.
Habitará el lobo con el cordero,
el leopardo se tumbará con el cabrito,
el ternero y el león pacerán juntos:
un muchacho será su pastor.
La vaca pastará con el oso,
sus crías se tumbarán juntas;
el león como el buey, comerá paja.
El niño de pecho retozará junto al escondrijo de la serpiente,
y el recién destetado extiende la mano
hacia la madriguera del áspid.
Nadie causará daño ni estrago
por todo mi monte santo:
porque está lleno el país del conocimiento del Señor,
como las aguas colman el mar.
Aquel día, la raíz de Jesé
será elevada como enseña de los pueblos:
se volverán hacia ella las naciones
y será gloriosa su morada.
Evangelio según san Lucas (10,21-24):
En aquella hora Jesús se lleno de la alegría en el Espíritu Santo y dijo:
«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.
Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».
Y, volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte:
«¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron».
AQUEL día, brotará un renuevo del tronco de Jesé,
y de su raíz florecerá un vástago.
Sobre él se posará el espíritu del Señor:
espíritu de sabiduría y entendimiento,
espíritu de consejo y fortaleza,
espíritu de ciencia y temor del Señor.
Le inspirará el temor del Señor.
No juzgará por apariencias
ni sentenciará de oídas;
juzgará a los pobres con justicia,
sentenciará con rectitud a los sencillos de la tierra;
pero golpeará al violento con la vara de su boca,
y con el soplo de sus labios hará morir al malvado.
La justicia será ceñidor de su cintura,
y la lealtad, cinturón de sus caderas.
Habitará el lobo con el cordero,
el leopardo se tumbará con el cabrito,
el ternero y el león pacerán juntos:
un muchacho será su pastor.
La vaca pastará con el oso,
sus crías se tumbarán juntas;
el león como el buey, comerá paja.
El niño de pecho retozará junto al escondrijo de la serpiente,
y el recién destetado extiende la mano
hacia la madriguera del áspid.
Nadie causará daño ni estrago
por todo mi monte santo:
porque está lleno el país del conocimiento del Señor,
como las aguas colman el mar.
Aquel día, la raíz de Jesé
será elevada como enseña de los pueblos:
se volverán hacia ella las naciones
y será gloriosa su morada.
Evangelio según san Lucas (10,21-24):
En aquella hora Jesús se lleno de la alegría en el Espíritu Santo y dijo:
«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.
Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».
Y, volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte:
«¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron».
"Dije en uno de mis primeros sermones en presencia de Juan Pablo II, que continuaba haciendo toda mi vida el humilde trabajo que hacía de niño: llevar agua a los segadores. Solamente cambiaron los segadores, que ahora eran los obreros de la viña del Señor, y el agua que llevo, que ahora es la Palabra de Dios.
Ahora, retirado al Eremo del Amor Misericordioso de Cittaducale desde hace unos seis años, el Señor me ha dado la oportunidad de estar, por así decirlo, junto al pozo, en la soledad del desierto, y por lo tanto puedo beber durante mucho tiempo, y no solo llevar de beber a los demás. También por esto me gustaría dar gracias a Dios."
Ahora, retirado al Eremo del Amor Misericordioso de Cittaducale desde hace unos seis años, el Señor me ha dado la oportunidad de estar, por así decirlo, junto al pozo, en la soledad del desierto, y por lo tanto puedo beber durante mucho tiempo, y no solo llevar de beber a los demás. También por esto me gustaría dar gracias a Dios."
(Cita tomada de Pablo Cervera, publicado en Religión en Libertad. ENTREVISTA COMPLETA [>>]
Los comentarios están cerrados.