Monasterio de la Conversión
  • Inicio
    • Fraternidad laical
    • Carisma
    • Comunidad >
      • Quiénes somos
      • Historia
  • Interioridad
    • Oración
    • Estudio
    • Laboratorio de la fe
    • Palabra de Dios
  • Misión
    • Civitas Dei >
      • Civitas Dei 2025
    • Civitas anteriores
    • Itinerancias
    • Camino de Santiago
    • Encuentros JARIS
    • Ecumenismo
  • Hospedería
    • Agenda - hospedería
  • AÑO JUBILAR
    • Noticias
    • Celebraciones
  • HORARIO
  • News!
  • Contacto
  • Artesanía
    • Talleres artesanos >
      • OTROS
      • CIRIOS
    • Rosarios
  • Testimonios

ARTE Y TEOLOGIA - La Resurrección

14/4/2020

 

Contribución
​teológico-iconográfica

Por Don Gianluca Busi
TRADUCCIÓN ESPAÑOL -  IMÁGENES...      
Como podemos ver por el título, hoy hablaremos de la Pascua de Resurrección y de la belleza de la fiesta.
Diría que sobre la Resurrección existen una serie de estereotipos que nos desorientan, pues en nuestro imaginario común nosotros pensamos en la resurrección tal como nos la muestra Piero della Francesca. Nosotros, que somos observadores de la tradición occidental, imaginamos a Cristo como "representable", por lo que normalmente cuando imaginamos el Cristo resucitado, lo hacemos como alguien que sale victorioso de la tumba, portando en su mano el estandarte con la cruz que nos hace ver que Él es el Crucificado pero ahora Resucitado y lo vemos de forma visible como un hombre.
Imagen
Pero en realidad si analizamos los textos de la Resurrección, veremos que estos textos hablan de la resurrección de un Jesús ya resucitado, pero que no es visible, hablan de Alguien que no se ve y que es visto solo por medio de la experiencia de su aparición, pero no con los sentidos externos, sino interiores.

De forma especial señalaría que una de las grandes representaciones por medio de la cual la tradición ha visto siempre la resurrección, es sin duda el relato de los discípulos de Emaús, que como bien sabemos hablan de una liturgia implícita de la palabra, del propio Cristo que ilumina el Antiguo Testamento y enciende el corazón (estamos hablando de lo que sigue siendo nuestra liturgia de la misa en nuestros días), y lo reconocen después al partir el pan, lo que supone paradójicamente que si tuviésemos que encontrar en la tradición iconográfica la representación de la Resurrección, si somos respetuosos con los conceptos originales, deberíamos buscarla no en el Cristo resucitado de Piero della Francesca, sino que el gran locus (lugar) donde podemos encontrarla se halla en las representaciones de los discípulos de Emaús. Esta sería una primera cuestión a tener en cuenta.
Dejamos por tanto a Piero della Francesca para analizar el primer texto de la resurrección que es el evangelio de san Marcos, como bien sabemos, y donde podemos leer:
​“Y entrando en el sepulcro, se hallaron con un joven sentado en el lado derecho, vestido de blancos ropajes , y se quedaron pasmadas. Pero él les dijo: No tenéis que asustaros. Vosotros estáis buscando a Jesús, el Nazareno que fue crucificado; ha resucitado y no está aquí; podéis ver el sepulcro donde lo pusieron. Pero id y decir a sus discípulos y a Pedro que él irá delante de vosotros a Galilea, donde le veréis según os tiene dicho.  Ellas, saliendo del sepulcro, comenzaron a huir, pues el temor y el estupor se habían apoderado de ellas, y a nadie dijeron nada por el miedo que sentían”.

Si aquí hay alguien al que vemos, es un joven sentado con un vestido blanco, pero no se habla de una figura visible del Señor resucitado. Estos son los primeros textos, los que también nos muestra la iglesia desde el punto de vista de la fe, como la Síndone o Sábana Santa que envolvió el cuerpo muerto de Jesús, pero en los primeros siglos no tienen gran relevancia para los primeros cristianos, para ellos el hecho de tener un testimonio tan vívido como el de la Sábana Santa, no formaba parte de su forma de entender la resurrección.
Imagen
 La Resurrección no es el hecho de ver físicamente a Jesús; la resurrección es asumir por medio del anuncio de la predicación que el crucificado ha resucitado, es una aparición que se produce en el interior de los fieles para hacer de ella un testimonio de vida. Os digo estas cosas para apartarnos un poco de los muchos estereotipos que tenemos y para contextualizar mejor el tema del que estamos hablando.

 De hecho vemos que Pablo en uno de los textos más precisos, en mi opinión, sobre el tema de la resurrección en el nuevo testamento, dice lo siguiente:
“
Por tanto a partir de ahora, nosotros no conocemos ya a nadie desde el punto de vista humano; y si hubiésemos conocido incluso a Cristo desde un punto de vista humano, ahora ya no lo conoceremos más así”.
Lo cual quiere decir que si alguien ha visto al Señor resucitado, según Piero della Francesca, ya no lo reconoce así, pues la experiencia de la resurrección se asume por medio de la interioridad. Nosotros decimos que es un ikon (icono) adquirido por medio del kerigma hablando técnicamente. Por medio de la predicación del resucitado, el kerigma, nosotros obtenemos un ikon, una imagen espiritual, impresa dentro de nosotros.


Por tanto su fuerza intrínseca no es visible, pero podríamos decir que es visible de forma invisible. Está claro que estamos hablando con palabras humanas de un misterio, ante el que ceden nuestras palabras, del mismo modo que las imágenes ceden el paso de forma respetuosa.

En este sentido veamos por ejemplo una de las representaciones que han sido utilizadas muy a menudo en la tradición para hablarnos de la resurrección: no presentan el momento en el que Jesús sale de la tumba y se hace visible, sino el momento en el que Jesús alcanza a estos dos personajes, a quienes ilumina sobre el significado de la escritura y parte el pan con ellos, lo que para los cristianos significa la celebración de la santa misa.

Aquí tenemos una serie de imágines sobre el tema, pero continuamos porque estas imágenes son meramente ilustrativas.
Me interesa mostrar especialmente las lecturas paleocristianas. Nuestros cristianos de los primeros siglos, podemos decir que hasta el siglo VI, donde aparecerá un nuevo planteamiento que veremos posteriormente, emplean una vía que podríamos denominar simbólico-metafórica para hablar de la resurrección; no habrían hablado nunca del Jesús resucitado, sino que habrían expresado la misma idea por medio de símbolos y metáforas.
 Y así por ejemplo vemos que en el período de las catacumbas optaban por representar la resurrección de Cristo de esta forma:
Imagen
Imagen
(Izquierda) los tres jóvenes que se salvan de las llamas del horno, lo que para ellos significaba la resurrección; ​
Imagen
Jonás, que después de permanecer durante tres días en el vientre de la ballena, es vomitado en la playa como muerto y resucitado. Y Daniel en el foso de los leones  (a la derecha)
​​Se trata de una fórmula; si nosotros intentásemos encontrar la resurrección en la época paleocristiana, encontraremos siempre ejemplos simbólicos de este tipo.
Imagen
Imagen
Imagen
Esta extraordinaria metáfora la encontramos en el Mausoleo de Gala Placidia: en la parte inferior vemos la urna de Gala Placidia; sobre ella tenemos una ventana vacía con la parrilla de San Lorenzo y un pequeño armario con las escrituras;
En la parte alta encontramos dos apóstoles que hablan con esta ventana vacía, que vuelve a aparecer en los cuatro velos de la cúpula, y que parecen preguntarse, siguiendo la interpretación de Timothy Verdon (como decía al director nuestra unión no es una ciencia exacta sino empírica, por lo que cualquier estudioso puede proponer hipótesis nuevas), parecen preguntarse, decía, dónde está Gala Placidia, dónde está una vez muerta, dado que solo vemos esta ventana de alabastro que no nos permite verla.
 El que entra en este mausoleo siente la necesidad de reflexionar sobre la presencia de esta difunta. ¿Dónde está quien parece descansar en ese sepulcro y que nosotros no vemos? Toda la cúpula nos invitar a mirar y a hacernos la misma pregunta. Si nosotros salimos del Mausoleo de Gala Placidia esto es lo que encontramos en el tímpano de la salida: ​
Imagen
​vemos a Jesús, el buen pastor, que acaricia a una oveja, lo que nos hace ver dónde está Gala Placidia. Ante la pregunta de dónde está, y viendo nosotros solo una ventana vacía, se nos responde que está en el paraíso, en el Reino de Dios y del Resucitado, en el que ella es una oveja elegida que es acariciada por el Señor Jesús. Observad cómo actuaban nuestros cristianos del siglo V a la hora de hablar de la resurrección; no hablaban en este ejemplo de la resurrección de Cristo, sino de la resurrección de alguien que ha sido adoptado como hijo por medio de la experiencia de la fe. Ya no está aquí, ha resucitado y está en el paraíso, donde el Hijo del Hombre la acaricia como hace el Buen Pastor con su oveja preferida. Podemos ver que estamos ante imágenes extraordinariamente bellas.
Imagen

Este es el púlpito de la iglesia de Orso;
hoy la catedral está en Rávena dado que esta iglesia fue destruida por un incendio, pero se ha salvado el púlpito desde el que el obispo predicaba. Sabemos bien que la palabra de la predicación es de forma especial la palabra de la resurrección:
​no está aquí, ha resucitado, irá delante de vosotros a Galilea.
¿Qué nos dice este púlpito? Nos dice que la predicación de la resurrección nos hace cristianos, y los cristianos son como estos símbolos que vemos representados; ​
es decir, se predica la palabra, 
la palabra pesca al cristiano como se pesca un pez en el agua (primer registro); posteriormente avanzando en la palabra se convierte en un pájaro capaz de las cosas celestiales pero no de poder volar todavía (como vemos en el segundo registro en esos pájaros sin alas), pero en el tercer registro el pájaro ya tiene alas espirituales y es capaz de volar. En el cuarto nivel encontramos al ciervo, que cada año pierde la cornamenta para volver a salirle más grande todavía, como le ocurre al pavo real, que tras perder la cola le crece de nuevo más grande y más bella: lo que significa que el cristiano resucita. En el último nivel se convierte en cordero: la resurrección significa para él ser un auténtico discípulo, perder la propia vida por Cristo para volver a encontrarla. Estamos por tanto ante un anuncio de la Resurrección, representada de una forma muy sencilla, pero a la vez muy eficaz. Esta era la forma que tenían nuestros primeros cristianos para hablar de la Resurrección.
Imagen
Posteriormente aparecerá un concepto que se impondrá sobre todos los demás, debido a que un cierto momento aparecen los frescos del denominado descenso al mundo de los muertos. Muestro un ejemplo contemporáneo de los frescos de Rávena, donde vemos a Jesús apoyando sus pies sobre las puertas del mundo de los muertos que se aprecian bien; la gran gruta negra es el mundo de los muertos, donde ha descendido una vez bajado de la cruz y colocado en el sepulcro,  para después de resucitar liberar a los prisiones (Adán y Eva son los ejemplos) y ascender a los cielos.
Esto nos sirve para ver que el texto utilizado durante el primer milenio para hablar de la resurrección más allá de la época paleocristiana, es decir la segunda parte del milenio, nos remite a un pasaje de San Marcos 3 que leeremos; tenemos que tener presente también aquí a Romano el Mélode, quien ha inventado una cantidad enorme de imágenes: si leemos el descenso al mundo de los muertos desde el punto de vista iconográfico y lo comparamos con un texto de Romano el Mélode nos sorprende el hecho de ver que parece que un pintor ha traducido en imágenes el texto de Romano.
Pero veamos el texto de Marcos donde podemos leer: “Los escribas, que habían bajado de Jerusalén, decían: Está poseído por Belcebú, y así por arte del príncipe de los demonios, lanza los demonios. Más habiéndolos convocado, les hablaba con estos ejemplos: ¿Cómo puede Satanás expeler a Satanás? Pues si un reino de divide en partidos contrarios, es imposible que subsista el tal reino. Y si una casa está desunida en partes contrarias, la tal casa no puede subsistir. Por ello, si Satanás se levanta contra sí mismo, está en discordia y no puede durar, sino que está cerca de su fin. Esta es la cuestión que nos interesa: Ninguno puede entrar en la casa del valiente (que es Satanás, el diablo) para robarle sus alhajas, si primero no ata al valiente; después podrá saquear la casa”.
 La iconografía del descenso al mundo de los muertos, que hemos visto anteriormente, nos sitúa ante este texto de Marcos 3, donde Jesús nos dice metafóricamente por medio de una disputa que él ha entrado en el reino del hombre fuerte (Satanás), lo ha maniatado, se ha adueñado del botín y ha liberado a los prisioneros. Vemos cómo este texto, que nunca relacionaríamos con la resurrección a nivel iconográfico,  es uno de los textos más relacionados con ella.

(Ampliar la imagen pulsando en ellas)
Veamos ahora algunos ejemplo de la tradición medieval, como este de Duccio di Buonisegna, un extraordinario documento esta Maestà de la pala de altar del Duomo de Siena (esta es la parte trasera), donde se narra la historia de Jesús desde el proceso ante Pilatos con todos los hechos posteriores, y con la Crucifixión en el centro; pero lo que realmente me interesa son estos cuatro recuadros de la parte superior derecha y que muestro en detalle. Son estos: los discípulos de Emaús, Jesús que desciende al reino de los muertos y pisotea al demonio, el anuncio del ángel a las santas mujeres (vemos que ni siquiera ha imaginado representar a  Jesús como Piero della Francesca), y por último la escena del Noli me tangere: María Magdalena que reconoce a Jesús como el jardinero, lo llama, Jesús la reconoce y le dice Noli me tangere, (no me toque) pues aún no me he presentado ante mi Padre.
Nuestra tradición medieval cuando habla de la Resurrección en esta época, no se expresa con la forma estereotipada de Piero della Francesca (veremos cómo se llega a esta situación), sino que presenta episodios tal como nos lo cuentan los Evangelios, especialmente el evangelio de Juan y el evangelio de Lucas, los discípulos de Emaús y su aparición en el evangelio de Juan, por lo que nos muestran un cierto contexto con el texto, es decir la traducción iconográfica de textos que eran celebrados y leídos durante la liturgia. Posteriormente se produjeron ciertos acontecimientos que cambiaron la trayectoria.
Imagen
Aquí vemos esta obra de Giotto (con dos escenas en el mismo cuadro) para compararla con la obra de Piero della Francesca. Las escenas son similares con los cuatro soldados,  pero en la de Giotto falta el Cristo. Giotto coloca dos ángeles, pues de hecho en los evangelios leemos que aparecen dos figuras angélicas, una en la parte de la cabeza y otra en la parte de los pies, pero el Cristo no se ve en ningún momento (es necesario ver su aparición en "nuestro interior"). Giotto es respetuoso con el texto evangélico y no considera necesario representar un Cristo visible.
En la otra escena Giotto sitúa a Jesús y a María Magdalena, pues la Resurrección no es solo el relato de la misma; si leemos los evangelios veremos que la Resurrección es un relato muy amplio y variado, con modos distintos a través de los cuales nosotros podemos acceder a la experiencia de fe que es la Resurrección.
Imagen
Aquí he encontrado por primera vez en Ambroggio Lorenzetti, en mi pequeña investigación, que en el sepulcro, que en Giotto estaba vacío pero con la presencia de los ángeles, en esta obra de Lorenzetti veo por primera vez el Cristo que sale del sepulcro hacia el cielo y se hace visible.
Imagen
Siguiendo con los frescos, y dentro del mismo contexto, pero con un autor diferente, aquí aparece representado el Cristo que se eleva hacia el cielo, pero en una escena en la que también se incluye el encuentro de María Magdalena con Cristo. Insisto sobre esta cuestión porque es importante no centrar todo en el episodio de la Resurrección en el Cristo visible, sino que hay que entenderlo en un contexto más amplio, lo que nos permitirá ya un cierto contacto con textos que posteriormente  se perderá.
Imagen
Aquí podemos ver, dentro del mismo contexto en el que estamos, la representación de Jesús que desciende al reino de los muertos para liberar a los prisioneros. Está claro que la obra de referencia es la Maestà de Duccio, siendo este fresco una repetición de la Maestà en cierto modo.
Imagen
Aquí vemos a alguien muy integrado en la tradición, como es el beato Angélico, donde nos presenta un Cristo Resucitado que se ve pero que no se ve. Cristo lo vemos nosotros como observadores, pero si nos situamos dentro de los personajes de la escena, entre estas mujeres que van al sepulcro y miran hacia su interior, no veremos al Cristo. El beato Angélico es una persona formada, conocedor de las escrituras y que refleja lo que dicen los textos: que Cristo está pero no se le ve, por lo que si uno no se abre a la experiencia de la fe, Cristo está pero no podrá ser visto. Mirará solo al sepulcro y lo verá vacío. Este es un planteamiento muy interesante.
Imagen
Esta es una representación ya del renacimiento, perteneciente a Andrea del Castagno, que en mi opinión supone el inicio de la nueva forma de representar a Jesús resucitado. Aquí vemos a los cuatro: el Cristo bien visible, un hombre que mira directamente a Cristo detrás del sepulcro; el Cristo es tan evidentemente vencedor y tan claramente visible, que agota todo el discurso sobre el misterio. Añadiría que aquí hay una evidencia excesiva que no tiene en cuenta el pudor con el que debería contarse este tipo de experiencia o episodio, pues su clave de lectura es el Misterio. Presentar un misterio de forma tan manifiesta, lo hace perder fuerza y parte de su propia naturaleza.
Imagen
Podríamos continuar mostrando obras casi hasta el infinito. Esta es de la escuela flamenca, esta es de Piero della Francesca, continúo con Grunewald simplemente como ejemplos. Sigo con un dibujo preparativo de Miguel Ángel, quien no solo no tiene el pudor de representar a Cristo visible fuera del marco del Misterio, sino que además en este dibujo comenzamos a entrever la idea del arte por el arte, con este artificio de ver a un Cristo más pesado que el aire, que toma impulso para vencer la fuerza de gravedad y dirigirse hacia lo alto, como se aprecia en ese movimiento tan acentuado. 
Imagen
Imagen
 Vemos en esta obra que el planteamiento del autor es algo puramente estético; el artista pretendía demostrar que sabía cómo representar un cuerpo visto desde abajo; por eso nos muestra la planta de los pies. Si alguien contempla este cuadro, verá que la energía  está puesta casi totalmente al servicio del artificio pictórico, por lo que se ha perdido el contacto con el significado profundo de este tipo de misterio.
​A partir del Manierismo se pierde este contacto, este nexo con el Misterio.
(Pulsa para ampliar:
RESURRECCION de 1.-Bronzino/ 2.-Greco / 3.- Rembrandt /4.-Blake/ 5.- Holman Hunt)

​¿Cuáles serían las conclusiones?
Si nosotros comparamos las imágenes que hemos visto de la tradición y que pierden en cierto modo el contacto con los textos, e incluso con el Misterio que celebra dentro de la fe, y lo hacemos comparándolas con una imagen teológicamente más fundamentada y equilibrada como ésta, esperemos que en el tercer milenio pasemos de estas imágenes neoclásicas que han perdido el contacto con el Misterio y pasemos también de estas imágenes renacentistas que son un canto al arte por al arte, para volver a imágenes que desde el punto de vista teológico muestren el mensaje de los textos, así como el contacto con la teología y la liturgia vivida.
Imagen

Los comentarios están cerrados.
    Imagen

    Imagen

    Imagen

    Categorías

    Todos
    Civitas Dei
    Ecumenismo
    Encuentros
    JARIS
    Jóvenes
    Navidad
    Oraciones
    Pascua
    Postulantes
    Profesión De Temporal
    Profesión Solemne
    Toma De Hábito
    Video Conferencias


Con tecnología de Crea tu propia página web con plantillas personalizables.
  • Inicio
    • Fraternidad laical
    • Carisma
    • Comunidad >
      • Quiénes somos
      • Historia
  • Interioridad
    • Oración
    • Estudio
    • Laboratorio de la fe
    • Palabra de Dios
  • Misión
    • Civitas Dei >
      • Civitas Dei 2025
    • Civitas anteriores
    • Itinerancias
    • Camino de Santiago
    • Encuentros JARIS
    • Ecumenismo
  • Hospedería
    • Agenda - hospedería
  • AÑO JUBILAR
    • Noticias
    • Celebraciones
  • HORARIO
  • News!
  • Contacto
  • Artesanía
    • Talleres artesanos >
      • OTROS
      • CIRIOS
    • Rosarios
  • Testimonios