Monasterio de la Conversión
  • Comunidad
    • Fraternidad laical
    • Historia
    • Quiénes somos
    • Carisma
  • Interioridad
    • Oración
    • Estudio
    • Laboratorio de la fe
    • Palabra de Dios
  • Misión
    • Camino de Santiago
    • Civitas Dei >
      • Civitas Dei 2023
    • Itinerancias
    • Encuentros JARIS
    • Ecumenismo
  • Hospedería
    • Agenda - hospedería
  • News!
  • Contacto
  • Artesanía
    • Productos de Navidad
    • Cuaresma - Productos
    • Talleres artesanos
    • Diseño Gráfico
  • Testimonios

“Siempre llevaré a Carrión en un cachito de mi corazón”

22/8/2023

 
Hace tiempo que no planeo ningún viaje cuando salgo de Sevilla, demasiada planificación tiene ya mi rutina como para planear también las vacaciones. Hace tiempo que me embarco en cada aventura con la mochila llena de ganas y sin ningún tipo de planeamiento previo. Después de una semana intensa en la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa, decidí poner rumbo a Carrión de los Condes, con una media de 4 horas de sueño por día, pero con el corazón dispuesto.

En este viaje me iba a embarcar sola, pensando que no necesitaba a nadie más, pero el Señor siempre tiene preparado regalos que a nosotros se nos escapan. Junto con Rafa y Patri empezábamos una semana preciosa, sin saber ninguno de los tres que iba a ser más bonita, si cabe, que la semana que ya llevábamos vivida.

Comenzando el día en la iglesia románica de Santa María del Camino rezando laudes con los cantos hipnóticos de las hermanas, empezábamos a preparar el cuerpo y el alma para acoger a los peregrinos que en ese mismo momento caminaban hacia nuestro albergue, sin ponerles nombre ni cara y rezando, a la misma vez, por todos aquellos que habían salido del mismo, rumbo a Santiago de Compostela.

No podía imaginar que de mi corazón saliese tanto cariño hacia personas que no conocía, cada día limpiábamos las camas, los baños y las zonas comunes con la mayor delicadeza del mundo para que cada uno de los peregrinos se sintiesen como en casa, igual que nosotros la sentíamos como nuestra.

Con el poco inglés que sabíamos, acogíamos a cada peregrino de la mejor manera posible, aunque pienso que el Señor intercedía a través de nosotros para lograr aquello. Después de la acogida llegaba el encuentro musical, donde lográbamos encajar cada historia con cada nombre. Personas vacías, solas, sin motivos para seguir adelante, algunas buscando respuestas y muchas otras buscando preguntas. La mayoría de ellos llevan mucho tiempo andando, y como consecuencia de ello, llegan sensibles al albergue, buscando a alguien que los escuche, que los aconseje y que les brinden cariño, y en ese preciso momento llegábamos nosotros para ofrecerlo.
​
Después de este precioso momento lleno de intimidad llegaba la bendición del peregrino, en la cual a cada uno de ellos le repartíamos una estrella de cinco puntas de colores que previamente habíamos coloreado y recortado. Nunca hay una estrella igual a otra, de la misma forma que nunca hay una persona igual a otra, cada una de colores diferentes, más oscuras, más claras… pero nunca iguales.

Cuando parecía que el día ya nos había regalado todo lo que teníamos que vivir, entonces llegaba la cena compartida, donde el Señor se hacía presente de nuevo para conceder una conversación que no esperábamos, un peregrino que no habíamos visto, una canción que nunca habíamos escuchado, o una comida que nunca habíamos probado.

En pequeños sorbos pero con sabor intenso, cada día llegaba con algo que nos descuadraba y que nunca nos habríamos imaginado.

He tenido la grandísima oportunidad de coincidir con un equipo de hospitaleros y de hermanas que han facilitado muchísimo esta gran misión llevada a cabo. Patri siempre con su

sonrisa brillante y con una palabra bonita para cada momento, Rafa con su gracia en el que he podido apoyarme cuando he necesitado algo, la hermana Lucía con su sentido del humor y con la enorme confianza con la que nos ha tratado, Heike con su precioso testimonio lleno de valentía y capaz de hacerme llorar de risa y de emoción en apenas cinco minutos. La hermana Virginia siempre con sus palabras de cariño y esa alegría que tanto la caracteriza y Mónica, con sus millones de anécdotas, no ha habido un sólo momento en el que no nos sacara una sonrisa.

Una semana espectacular donde hemos podido reposar todo lo vivido en la Jornada Mundial de la Juventud y hemos disfrutado cada oración, cada comida, cada sobremesa, cada acogida, cada peregrino, cada canción, cada rezo, cada baile y cada bendición.

Siempre llevaré a Carrión en un cachito de mi corazón, GRACIAS.
 
                                                                            María Rivas
                                                                           (semana del 7 al 14 de agosto)
Foto
Foto
Foto

Los comentarios están cerrados.

    Testimonios

    Compártenos tu experiencia en esta casa, con las hermanas, con los huéspedes...con la Naturaleza...con ÉL.

    Categorías

    Todos

    Fuente RSS

Con tecnología de Crea tu propia página web con plantillas personalizables.
  • Comunidad
    • Fraternidad laical
    • Historia
    • Quiénes somos
    • Carisma
  • Interioridad
    • Oración
    • Estudio
    • Laboratorio de la fe
    • Palabra de Dios
  • Misión
    • Camino de Santiago
    • Civitas Dei >
      • Civitas Dei 2023
    • Itinerancias
    • Encuentros JARIS
    • Ecumenismo
  • Hospedería
    • Agenda - hospedería
  • News!
  • Contacto
  • Artesanía
    • Productos de Navidad
    • Cuaresma - Productos
    • Talleres artesanos
    • Diseño Gráfico
  • Testimonios