Civitas Dei Adolescentes
Cada mañana comenzábamos poniendo el día en manos del Señor. Lo primero de este intenso programa preparado para cada jornada era centrar la mirada a través de una clave, que cada día una hermana de la comunidad se encargaba de explicar a los jóvenes.
¿Qué es la paz?; la paz interior; la paz con los otros; la paz con la creación y artesanos de paz fueron las cinco claves sobre las que se sustentaron los talleres y las oraciones que realizábamos cada día.
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El día seguía su curso entre juegos, talleres, comidas compartidas… teniendo su momento culmen en la celebración de la Eucaristía por la tarde. Cada noche teníamos una velada, entre las que destacamos los testimonios de conversión que una pareja joven y un sacerdote compartieron con los jóvenes; y la Adoración que el jueves por la noche celebramos en nuestra iglesia, como momento clave de acercamiento y encuentro con Cristo.
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Y, sobre todo, los lazos de amistad creados entre los jóvenes españoles y húngaros, que se acogieron los unos a los otros con alegría y con ganas de compartir cada momento.
La velada final fue un tiempo propicio para compartir algunos bailes típicos, destacando dos que nos enseñaron los jóvenes de Hungría.
Gracias a todos. En primer lugar, a los padres que nos han confiado a sus hijos durante estos días. A todos y cada uno de los jóvenes que han participado, de Hungría y de España, por su apertura, su disponibilidad, sus ganas de querer integrar a todos. A nuestra hermana Erika por abrirnos las puertas a Hungría. A Fray Alfonso por acompañarnos cada día y por celebrar la Eucaristía con nosotros. Y a los monitores por su entrega incondicional y su dedicación a los jóvenes.
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