Llegada a Roma

Con un bendición especial

Todas las fotos están tomadas de la web Vatican News

La partida de las hermanas hasta Montefiolo, iniciaba con la Misa en Santa Marta a las siete de la mañana. Tras la eucaristía, pedían al Papa Francisco una bendición especial para esta puesta en marcha.
La Santa Misa ha tenido un tinte muy agustiniano, con palabras que recuerdan precisamente el momento de la conversión de san Agustín:
"Mañana, mañana, por qué no hoy, por qué no ahora?"...
Ha dicho el Papa en la homilía: 
​"Sí, sí, Señor, está bien... pero despacio, despacio Señor, dejémoslo así... ¡Mañana lo haré!”; para decir lo mismo mañana y mañana dejarlo para pasado mañana y pasado mañana posponerlo aún… y así, una vida posponiendo decisiones de conversión del corazón, de cambio de vida…
​La tibieza espiritual es la "paz de los cementerios
Es una tibieza que a menudo se esconde detrás de las incertidumbres y mientras tanto pospone. Y así mucha gente desperdicia su vida y termina "como un trapo porque no ha hecho nada, sólo para mantener la paz y la calma dentro de sí misma". Pero esa – añadió el Papa – "es la paz de los cementerios".

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